lunes, 20 de junio de 2011

DE RELACIONES AMOROSAS Y OTROS DESATINOS

Así es, no hay nada mas coercitivo, monótono y aburrido que hacer parte de una relación sentimental con otra persona, y no quiero entrar en detalles con los polígamos, ni es de mi interés, ya que generar nexos amoroso con más de un individuo debe ser proporcionalmente frustante al número de sujetos que hacen parte de este idilio múltiple o amargura constante colectiva, como usted lo quiera llamar.

Y es que desde el inicio existen percances y barreras que obstaculizan el buen entendimiento de una pareja, indicios premonitorios que tal vez advierten que este es un comportamiento contranatura, y también parte de una conducta que mantenemos simplemente por no convertirnos en onanistas compulsivos.

Pero no me malentiendan, mi relación amor–odio por las relaciones y las personas con quiénes he compartido estos vínculos, es tan inestable y bipolar, que fácilmente el texto de mañana podría llamarse DE RELACIONES AMOROSAS Y OTROS ACIERTOS.

Muy bien lo explicaría ya Woody Allen en el magnífico cierre de "Annie Hall":  "Un tipo va al psiquiatra y dice, "doctor, mi hermano está loco. Cree que es una gallina". El doctor le responde: "Intérnelo". El tipo responde: "Lo haría pero necesito los huevos". Justamente así son las relaciones, irracionales, locas y absurdas, pero al final de cuentas insistimos con ellas, porque la mayoría de nosotros necesitamos los huevos".

Sí, soy adicto a las relaciones, a las mujeres y a todas sus pequeñas particularidades –por no llamarlo de otra manera– y como en toda adicción, habrá días en que pensaré en cortar de raíz mi vicio, pero son muy pocos, ya que la mayoría del tiempo tan sólo espero sumergirme más y más sin ningún retorno en la bella droga que comprende el querer incondicionalmente a alguien.

TL (tiempo estimado de lectura): 2 minutos 10 segundos

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